La primera colección de Krime, Frozen Year, surgió en el contexto de la pandemia, un periodo en el que el mundo entero pareció detenerse. Inspirada en esos años de cuarentena, esta colección captura la sensación de un tiempo congelado, un paréntesis en la vida cotidiana. El nombre Frozen Year evoca la percepción de que esos años quedaron en suspenso, como un silencio frío que dejó una marca en la memoria colectiva.
Frozen Year es una colección especialmente significativa para Krime, ya que marca el inicio de la marca y representa sus primeros pasos en la industria. Es una edición única, diseñada para perdurar en el recuerdo y con la intención de no volver a lanzarse en el futuro, haciendo de esta colección un tributo irrepetible a esos tiempos y a la esencia que define a Krime.